Se denomina emprendedor a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza los recursos necesarios para cogerla. De hecho, en la etimología de la palabra se encuentra la voz latina prendĕre que significa literalmente coger o tomar. Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o que encuentra una oportunidad de negocio, o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa.
Pero, yendo mas allá, emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite emprender nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso mas, ir mas allá de donde ya ha llegado. Es lo que hace que una persona esté insatisfecha con lo que es y lo que ha logrado, y como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros.
Es por eso que el concepto de ser emprendedor está irremediablemente atado a la idea de innovación y riesgo por parte de alguien que cree en sus ideas y que es capaz de llevarlas a cabo, de encontrar la manera de materializar sus sueños.
Según la forma de ser que tenga cada una de las personas que emprenden un proyecto o negocio, y las funciones que desarrolle en la empresa, podemos encontrar diferentes tipos de emprendedores. Cada una de ellos posee una visión empresarial y aportan distintas cosas a su organización para que funciones perfectamente.
Por ello, a la hora de crear una empresa física o crear un negocio online, los emprendedores aplican sus aptitudes y crear ideas y modelos de negocio innovadores que sorprenden a las demás personas que no son capaces de hacer algo diferente, además ser emprendedor de éxito tiene sus secretos y no todo el mundo está preparado para serlo.
Un emprendedor, por lo general, reúne las siguientes características generales:
- Pasión. Al no ser simplemente hombres de negocios, los emprendedores deben conectar con sus motivaciones profundas, personales. Son ésas las que desean convertir en una realidad.
- Visión. Un emprendedor debe tener capacidad de proyección a futuro para poder percibir y aprovechar las ventanas de oportunidad. Esto es clave en el desarrollo de una Startup, por ejemplo.
- Confianza. La incertidumbre en un emprendimiento suele estar muy presente. Por ello, un emprendedor debe tener confianza en sí mismo y en su visión, ya que a menudo las cosas no saldrán como él las había planificado.
- Liderazgo. Si un emprendedor se comporta simplemente como un jefe, no podrá inspirar a su equipo y contagiarles de su pasión. Debe ser un ejemplo a seguir y un conductor hacia el camino de la realización.
- Honestidad. Los emprendedores deben creer lo suficiente en sus sueños, como para arruinarlos incursionando en prácticas deshonestas, que luego le den mala fama al proyecto o le cierren puertas importantes.
- Innovación. En un mundo tan cambiante y veloz, los emprendedores deben tener un ojo abierto para lo nuevo: los cambios que se dan en la cultura empresarial, social o política que les interesa, las nuevas influencias, las tendencias, etc.